Confiemos en su amor
En el Capítulo 6 de Mateo Jesucristo nos dice que no nos preocupemos, que simplemente miremos las aves del cielo o los lirios del campo, que ellos no deben trabajar, pero Dios los viste y alimenta, que confiemos que nuestro Padre sabe de qué cosas tenemos necesidad y luego nos da la instrucción: “busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”.
La mayor parte de las cosas que nos preocupan ni siquiera llegan a suceder, pero nos quitan la paz, nos enferman. Si confiáramos en el poder, pero sobre todo en el amor de Dios viviríamos vidas más tranquilas, vidas llenas de felicidad, nos concentraríamos en las cosas importantes, alcanzaríamos nuestras metas y objetivos. Pero a veces, confiamos solo en una de esas dos cosas, en el poder de Dios, pero creemos que no merecemos lo que pedimos. Eso puede ser cierto, pero nadie merece los regalos que vienen de Dios, principalmente nuestra salvación. Nadie es más merecedor que su Hijo y sin embargo, por amor dio su vida por nosotros. Si recibimos y aceptamos su salvación debemos aprender a aceptar su inmenso amor y a confiar plenamente en Él.
Es importante también que comprendamos que si las cosas no salen como nosotros las imaginábamos no quiere decir que Dios no esté obrando en favor nuestro. Dios tiene en su tiempo y en su sabiduría la respuesta adecuada, el momento justo y la forma correcta. No siempre podremos percibirlo, no siempre sabremos qué sucede, pero si podemos confiar. Entonces y solo entonces, veremos situaciones resueltas, cambios de vida, bendiciones inesperadas, regalos maravillosos, intervenciones oportunas, respuestas favorables. Dios nos ama, está pendiente de nuestras necesidades, de nuestros problemas, pero también de nuestros anhelos más profundos.